19, 26, 30, 51.
¿Números
de la lotería? ¿Extrañas medidas? ¿La clave de una caja fuerte llena de sobres
que no han existido? Las edades de las últimas mujeres asesinadas en España en
apenas tres días.
Estas
cifras del horror llegan la misma semana que se ha aprobado en este país la ley
Wert de educación, así, con minúsculas lo voy a poner: ley de educación del
ministro wert. De todo menos educativo es, entre otras bondades, eliminar la
asignatura de Educación para la Ciudadanía. (Lo sé, la Real Academia no
aprobará mi uso de mayúsculas y minúsculas pero hoy mi criterio será el de la
importancia que yo le dé al contenido de esa palabra y punto)
Algo sigue
fallando cuando SER MUJER es un riesgo. La única posibilidad de darle un vuelco
a esas cifras sigue siendo, según los expertos, la EDUCACIÓN. Educación y no
adoctrinamiento, educar en la LIBERTAD, en el RESPETO, en la IGUALDAD. ¿Somos
iguales? NO. Se trata de respetar la diferencia, de reconocer que el otro es
eso, otro y por tanto, su criterio puede y debe ser distinto. Eso es lo que nos
hace crecer, salir de la burbuja, agrandarla cuanto menos.
Muy buena la etiqueta. :-P No la llames ley de educación, sino ley para el adiestramiento laboral (solo para los más capaces) de wert
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo: adiestramiento porque nos tratan como animales, olvidando educarnos en humanidad.
EliminarUna ley efímera: inaceptable para el siguiente gobierno que será de izquierdas en coalición si el ciclo económico no lo evita, que se ve muy difícil, y para la mayoria de ciudadanos moderados de este país. Esta reforma es una en dos, ella misma y la que necesariamente ha de modificarla en la siguiente legislatura. La mezquindad de los políticos hará que nuestros jóvenes vuelvan a vargar perdidos entre tanto cambio.
ResponderEliminar¿Marcha atrás? Tengo una amiga sicóloga, especializada además en niños, jóvenes y adolescentes que anda desesperada por los comportamientos machistas que aprecia (o cree apreciar) en las nuevas generaciones. Por su edad, vivió los momentos más esperanzadores del fin del franquismo y aprovechó con ilusión las nuevas puertas que ella y su generación lograron abrir con tanto esfuerzo, no sólo frente al sistema político, sino los propios padres, familiares, entorno, etc. Ella no es tonta, y sabe que está pasando un momento personal difícil que le puede estar haciendo perder objetividad. La ley Wert (que lleva en sí mmisma la semilla de su propia reforma) es un paso atrás evidente, pero más allá de las leyes, en el comportamiento diario de los ciudadanos, en su cultura, en sus creencias, ¿es cierto que hemos ido hacia atrás?
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