Comer con integridad
Una pequeña reflexión sobre la comida en estas fechas de tantas reuniones y comilonas familiares. Fragmento del libro Animal, vegetal, milagro de Barbara Kingsolver, editorial Ariel.
Los consumidores deben entender que nuestra forma de alimentarnos
determina en buena medida cómo funciona el mundo.
El primer paso para valorar los alimentos y confiar en ellos es,
probablemente, comer con cierta integridad. Las personas que valoran mucho las
tradiciones de preparación y presentación de platos no suelen decantarse por
las calorías baratas a la hora de comprar.
Asociar la comida con la estabilidad
emocional puede llevar a adquirir hábitos peligrosos, lo que no es raro si se
ofrecen golosinas y dulces a los niños como recompensa cuando sacan buenas
notas, por ejemplo, o se les dan piruletas
cuando tienen que vacunarse para hacer el momento más llevadero.
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