Mi manifiesto feminista
El feminismo y su lucha por la
igualdad han llegado para quedarse. Al margen de modas editoriales, de
camisetas con mensajes, de aplicaciones de móviles con stickers feministas… al margen de que este sistema capitalista nuestro,
haya intentado convertirlo en un producto más, de que encontremos más o menos
contenido en todo ello... De aquí no nos vamos.
Después de un larguísimo camino
histórico, estamos para generar debate, despertar conciencias, plantear
dudas. Hemos llegado para cuestionar y para ocupar un espacio, porque también
somos parte de esta sociedad, sociedad que el feminismo y su largo recorrido ha
hecho más plural. Porque, a diferencia de otros movimientos políticos, el
feminismo mira más allá del bienestar de una única realidad, porque somos
conscientes de que lo único que nos hace crecer es la diversidad y la
aceptación de que no hay población donde la totalidad de sus componentes sean
iguales. Somos diferentes, lo sabemos, lo aceptamos y lo reivindicamos.
Y si quieres discutir,
discutimos, porque estamos preparadas. Se acabó el tiempo de estar en la
sombra, de pedir perdón, de pedir permiso, de dejar que la culpa nos aplaste -puta
culpa cristiana-. El espacio público también es nuestro, la cultura también es
nuestra, la música, los deportes, la ciencia, la lengua también es nuestra y
queremos vernos representadas en todos estos ámbitos.
Y sí, queda mucho trabajo, pero
eso no nos preocupa porque somos muchas y, de la misma manera que nosotras
hemos tomado el relevo de tantas y tantas que han luchado durante siglos, otras
continuarán con las reivindicaciones y con la lucha por la igualdad y la justicia
social. Porque el feminismo es una carrera de relevo y nosotras somos atletas.
No somos más que un grano de arena en una enorme playa, pero nos sentimos muy
orgullosas de cada uno de esos granos que componen nuestro paisaje vital. Cada una
a su manera, desde su conocimiento, sus inquietudes, su experiencia, su
formación, su cultura… cada una clama y clamará por la igualdad y por la aceptación de la
diferencia.
A todas aquellas personas,
hombres y mujeres, que consideren que el movimiento feminista es una moda, a
todas esas personas que sean machistas abiertamente o en la sombra, a todas las
que temen por su posición de privilegio… les recomendaría que se pusieran los
manguitos o cogieran la tabla, porque la Cuarta Ola ha llegado. Y nosotras nos crecemos con el balanceo de esta mar.
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