Soy un hermoso cadáver. Guapa, joven, de larga melena oscura, con piel suave y pechos turgentes, ojos brillantes, labios carnosos y bellas manos de pianista. Pero sin una sola gota de vida en mis venas. No sé cómo se me ha ocurrido morir tan joven, ahora que es tan barato viajar, con tantas ofertas para comprar un coche... ¡¡si hasta el precio de los pisos está bajando!! Me he quedado sin aliento vital y cada día expiro como si fuese el último. Tenía que haberlo pensado antes y así podría haberme convertido en periodista de prensa rosa, tertuliana convertida en escritora insustancial con negro envidiado por todos, "yo quiero ser ese negro" dicen mis amigos; manager community, shopper assistant, asesora política, ministro, modelo, presidenta del gobierno, amiga del rey, infanta, tesorera. Mil maneras de llevar una buena vida, cómoda, llena de privilegios y alejada de problemas. ¡Qué sufran otros! Es cierto lo que decía mi madre, la m...