Clarice Lispector
Respétate a ti misma más que a los otros, respeta tus exigencias, respeta incluso lo que es malo en ti –respeta sobre todo lo que te imaginas que es malo en ti- por amor de Dios, no quieras hacer de ti una persona perfecta- no copies a una persona ideal, cópiate a ti misma- es ése el único medio de vivir (…).Parece una moral amoral. Pero lo que verdaderamente es inmoral es haber desistido de una misma. Carta a su hermana Tania, 6 de enero de 1948 Fragmento extraído de Ladronas de rosas, Clarice Lispector: una genialidad insoportable, de Laura Freixas.