Una vida cualquiera III (Relato)

Ana quedó en llamarme hoy sin falta para ver cómo lo llevaba. Tengo que tener algo hecho. A pesar de nuestra amistad, se toma su trabajo de agente muy en serio. Casi me siento como una niña que no ha hecho los deberes si me pilla sin las tareas terminadas. En otra vida tuvo que ser profesora, de esas con gafas de montura gruesa y vestidos tipo bata que se atan a la cintura, de las que obligan a los niños a rezar el padre nuestro antes de volver a casa. Seguro que me hubiese dado miedo… ¡Ya me lo da ahora! Querían sacar el libro en Francia para Navidad ¡Qué alegría! Si al final se cierra el acuerdo, París será nuestro próximo destino. Tiro porque me toca y cuento veinte: París. Si es así, repetiremos estrategia: primero compromisos en la capital y luego unos meses recorriendo el país, antes de instalarnos. Jose dijo que se sumaría a la “excursión francesa” y Max que vendría a casa cuando estuviésemos instalados en París. Fíjate, “casa”, nuestra casa en un paí...