Lorca en mí
Lorca era una extraordinaria causa
perdida que pagó caro su forma distinta de ver el mundo y de sentir. Por suerte,
otros locos maravillosos piensan lo mismo y nos traen este espectáculo fabuloso
que les invito a ver.
Lorca en mí.

El sonido envolvente de la guitarra
te da la bienvenida a un rato entre amigos. Amigos los que están en el
escenario, cercanos y cálidos en su arte y amiga la voz de Lorca, viva y
pasional.
La presencia rotunda e intensa del
baile sobre las tablas; el cajón, racial y fuerte, como un latido, vital y
caliente; la trompeta le da un carácter
novedoso, atrevido; un violín sutil, sinuoso, que llena de magia el espacio.
Voces que acompañan y dan vida a las palabras lorquianas, el cante, la poesía y
el teatro. Las mujeres del poeta andaluz hechas carne sobre el escenario; bella
Cecilia, presencia firme de Jenny. Un teatro lorquiano que no sabe de acentos o
sí que sabe y los junta y los enreda y los funde y sale este viaje de ida y
vuelta.
Si tienen ocasión, no dejen de hacer
la travesía. Vale la pena y sale uno con la sensación de arte vivo y vivido.
Contigo por aquí, Eli, ya hay una causa ganada. ( Y por supuesto siempre Lorca).
ResponderEliminar¡Un beso!
Gracias, poeta. Siempre Lorca. Nos vemos en el mundo virtual, también.
EliminarLeyendo el artículo, dan ganas de ir a verlo. Enhorabuena, de nuevo, por la creación de tu blog. Para que nos sigas iluminando un poco el camino a los lectores en tiempos de oscuridad.
ResponderEliminarPD: Vale, siempre Lorca, pero no nos olvidemos de Onetti.
¡¡Siempre Lorca!! Onetti... está sobrevalorado ;-)
Eliminar