Ir al contenido principal

Las ideas matan

Acudió a mi mente una pregunta: ¿Los humanos podemos construir nuestra identidad prescindiendo del aparato reproductor?

La respuesta es evidente -me dije-: sí. Todo lo que hacemos los humanos es producto de nuestra invención; por tanto, aunque históricamente hemos utilizado nuestra morfología de sexo como instrumento para organizar la vida en sociedad, esto no quiere decir que sea una práctica imprescindible para alcanzar tal objetivo.

Además, puede que en algunos años reorganicemos nuestras sociedades utilizando nuestra morfología de sexo de manera algo más matizada y múltiple a como lo hacemos actualmente. Es decir, no nos limitaremos a hacerlo de manera binaria, sobre todo si tenemos en cuenta todo lo que se argumenta desde el movimiento Queer sobre la identidad sexual.

Cabe pensar que llegará el día en que prescindamos del aparato reproductor en tanto que artefacto. Es pensable que dejemos de utilizarlo como un instrumento tal y como lo hacemos actualmente articulando la lógica social con él. 

Ideas que matan, Mercedes Fernández Martorell



Comentarios

  1. Creo que viene a querer decir que, en un futuro posible, espera que la función reproductora deje de tener importancia en cuanto a la manera en que esté organizada la sociedad -esto, por ejemplo, cambiaría nuestro concepto de familia que no sería, en esa sociedad futura, una unidad social de reproducción o al menos este tipo de familias no sería considerado "más auténtico" (matrimonio frente a peras y manzanas) que cualquier otro.
    A este respecto creo que este es un modelo que es propio de nuestra sociedad occidental "civilizada" y cristiana, y que antes de él y paralelamente a él -aunque oprimido por él- han existido y existen otros modelos. Creo que muchas tribus -recuerdo vagamente cosas de Malinowski acerca de tribus de Oceanía que ni siquiera tenían muy clara la relación del sexo con la reproducción, así que mal podían organizar su sociedad en torno a este concepto - funcionan de otra manera. Es verdad que el hecho de que sigan siento tecnológicamente atrasados y no vivan en rascacielos y conduzcan coches, y se mueran de hambre cuando hay sequía es considerado por algunos prueba evidente de que es un modelo que no permite el progreso... en fin. Era solo por aclararme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me encanta esa lógica aplastante de "todo lo que hacemos los humanos es pura invención" porque eso significa que se puede cambiar, podemos "inventar" otra forma de vivir y de ver el mundo. Evidentemente, la situación de la mujer en nuestra sociedad occidental y pretendidamente moderma, también lo es. Una invención que limita y daña y que está basada en una diferencia biológica. A estas alturas resulta algo absurdo, ¿no te parece?

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Me estoy haciendo mayor

(Hoy me apetece recuperar este texto que escribí hace unos años, porque el paso del tiempo se me sigue antojando confuso y extraño. Hoy, como ayer, sufro de perplejidad respecto al reloj vital y me asombra que el mundo no se pare por ello.Otra causa no invisible, pero sí con la que sufrimos de ceguera ¿voluntaria?)   Cuando vas de compras y los tacones te parecen demasiado altos y la letra de los libros demasiado pequeña, no hay duda, te estás haciendo mayor. En nuestra sociedad mantenemos una lucha infructuosa   y constante contra el paso del tiempo que afecta, especialmente, a las mujeres. Resulta perverso el uso de los programas informáticos que modifican el cuerpo de las modelos y la manera en la que nos bombardean con imágenes completamente irreales y tallas imposibles de alcanzar. La vida pasa a convertirse en un lugar cómodo y cálido  solo cuando comprendes que vives una evolución en horizontal donde tú eres tu único reto; lo más parecido a quitarte lo...

Soy de mentira

Hay días en los que al levantarte de la cama, sientes que pones tus pies sobre gelatina. Todo es inestable,   inseguro, difuso. La realidad se vuelve viscosa, de líneas poco firmes y tú, que aún eres de verdad, te peleas en un   mundo de realidades intangibles. Quizá se sintiese así Sancho cuando acompañaba a don Quijote en algunas de sus aventuras, pero yo   no tengo caballero   loco que me convenza del ataque de los gigantes. Hoy estaría bien dejar la cordura a un lado pero me atrapa y miro mis brazos y no son de verdad y miro mi rostro en el espejo y no es de verdad. No estoy en mi cuerpo pero  soy de verdad. Todo lo demás es mentira. A pesar de sentirme como un pez que se pelea por vivir con normalidad fuera de su tanque de agua, elijo seguir. Me dirijo a mi ducha de mentira, me enjabono este cuerpo ajeno   con lentitud, intentando encontrarme en los pliegues, las curvas, los huecos pero no, no estoy.   Trato con mimo este espacio en el qu...

Aquelarre en la Feria

   Imagen de  Colleen ODell  en  Pixabay Pocas alegrías comparables a ir encontrándote con un montón de viejas conocidas cuando te regalas unos días de paseo. Con Carmiña (Carmen Martín Gaite) había quedado, no fue una sorpresa, pero sí un grato reencuentro. Sin embargo, ni con doña Emilia ni con mi adoradísima Carmen pensaba verme en esos días. ¡Qué felicidad infinita cuando se producen esas coincidencias!  Carmen llegó en forma de libreto teatral, un hallazgo inesperado. Completamente desconocedora de su existencia no pude más que emocionarme y agarrarla entre mis brazos para que no se escapara. Sí que me perdí la función, imposible encontrar entradas, pero no sabía que se había publicado el libreto. Y claro, fue el resultado de acercarte a una de esas casetas que, por el nombre que corona su espacio, no atrae a nadie: Ministerio de Cultura . Allí estaba Carmen (Laforet) y el libreto de la adaptación teatral de Nada del dramaturgo Joan Vago.  Lo de d...