Gloria Fuertes, la palabra desnuda.

  Nada más pro­nun­ciar su nom­bre, nos viene a la memo­ria su voz ronca, su pre­sen­cia ama­ble, tan­tas veces imi­tada, y sus ver­sos infan­ti­les. Pero detrás de la poeta madri­leña, nacida en el barrio de Lava­piés en 1917, hay una pro­duc­ción lite­ra­ria que excede de los tra­ba­jos diri­gi­dos a los niños. Autora de una poe­sía des­ga­rra­dora para adul­tos, como el tiempo que le tocó vivir; escri­bió tam­bién cuen­tos, peque­ños rela­tos y obras de teatro.

 El artículo completo en Viaje a Ítaca.


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