Los cinco viajes al infierno de Martha Gellhorn

Lle­gué hasta Martha Gell­horn pre­ci­sa­mente por algo que ella detes­taba: ser cono­cida por su matri­mo­nio con Heming­way. A par­tir de su divor­cio en 1945, repe­tía que no iba a hablar de sus rela­cio­nes sen­ti­men­ta­les por­que no que­ría «con­ver­tirse en una nota a pie de página en la vida de otro». En el momento en el que se hace un acer­ca­miento, su vida resulta tan emo­cio­nante que puede arra­sar la de cual­quier otro como si fuera un tsu­nami.

Para continuar con la lectura de la reseña: Viaje a Ítaca. 


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